27.2.08

el oriente de venezuela es una tierra salvaje. he visto acá linces, cocodrilos, monos, perezosos, culebras. acá hay anacondas. el tipo que crecen hasta 30 metros y pueden matar y comerse a un hombre. he visto ciempiés de 25 cm. un ciempiés de 4 cm. pica como el cascabel y tiene veneno suficiente para matar un hombre…al menos eso dicen. por la noche los murciélagos muerden a judas.

las tierras tienen varios años sin ser aprovechadas, barbecho. hay pocos arboles viejos. solo malas hierbas. los arboles se encuentran rodeados por malas hierbas y estas son secadas por las plantas trepadoras. parece que nadie ha ido acá hace años. el presidente chávez esta expropiando estas tierras para el beneficio de los pobres que no tienen tierra. esto es lo que el llama revolución. parece que parte de esta revolución es una escasez de mercancías básicas, si se va a un supermercado quizá haya harina de trigo, quizá no; tal vez haya pollo, tal vez no; tal vez haya papel higiénico, tal vez no; quizá haya leche…no, no haya leche. no solamente hay escasez. hay muy pocas opciones. yo vengo de panamá donde había bastante tipos de alimentos, acá puedo comprar atún o sardinas (por que no cocino).

por suerte esto no es un problema. la gente siempre me alimenta, cada noche me da de comer, la policía siempre me regala algo, viejitos andan en bicicletas me para y da comida. un hombre paró su camión en el medio de la carretera y sin palabras me dio unas latas e atún. los venezolanos son raramente bondadosos. me han regalado casi $100 que es mucho para mi (con lo cual construyo esta página). me regalaron un celular, más ropa que pueda llevar y zapatos. en tres años me regalaron tres pares de zapatos, primero mi tía, cuando empecé, luego las mismas personas que me regalaron el burro y después una familia de nicaragua. Los zapatos son lo que mas necesito. acá en venezuela me han regalado hasta ahora nueve pares. también es muy raro que alguien me invite quedar la noche en su casa. normalmente tengo que pedir esta ayuda, un lugarcito donde poder pasar la noche en paz. pero acá habitualmente me dicen “no, no puedes llegar allá hoy. mejor que quédese aquí y empiece mañana temprano”.

en cambio algunos me han dicho “siga su camino, no es bienvenido acá”. me han robado dos veces. me llaman espía, se burlan de mi, me insultan, me dejan dormir a la orilla de la carretera. la policía me acosa y una vez me detuvo ocho horas. después me dieron de comer, me regalaron ropa y zapatos y me dejaron salir. los venezolanos son gente extraordinaria: son una paradoja.

en este momento estoy en tinaco, un pueblo llanero en el centro de venezuela. otra familia amable me ha hospedado. tengo casi un mes acá. estoy en espera de una prórroga para mi visa. cuando entré a este país la oficina de extranjería me dio una visa abierta, que no expira. la guardia nacional no esta de acuerdo. extranjería en san carlos (la ciudad más cercana a tinaco) no me ha aclarado esta situación, pero parece que buscan los documentos que me evitarán problemas mas adelante. ojalá pueda continuar pronto hacia los andes, donde estaré para el próximo año con el favor de dios.